En honor al Ri’j Laj Mam.

El libro Memorial de Sólola, Anales de los Kakchiqueles, y Titulo de los Señores de Totonicapán, que se escribió después de la invasión de 1524 por escribanos mayas, nos dice que Tonatiu (Pedro de Alvarado) invadió a los Tzutujiles el 7 Keme 18 de Abril de 1,524 en el calendario occidental que se usaba en aquella época que era el calendario juliano.

Traduciendo el 18 de Abril de 1,524 juliano en el calendario gregoriano esto equivale al 30 de Abril de 1,524, y cuando convertimos el 30 de Abril de 1,524 en el calendario maya Cholq’ij y Chol Ab’ esto equivale exactamente como lo dice el autor del libro Memoria de Sololá al día 7 Keme 14 de Pax del año 5 B’e 4,639.

Estos datos importantes sobre la invasión del pueblo maya Tzujil, el pueblo del abuelo Ri’j Laj Mam, nos da a entender que en el mes de Abril fue cuando tuvo lugar las grandes batallas entre los invasores y el pueblo maya Tzutujil, lo que a su vez nos da a entender que en estas épocas de Abril el mes de la semana santa, fue cuando el gran abuelo Ri’j Laj Mam tuvo su protagonismo contra los invasores, siendo que el gran abuelo Ri’j Laj Mam era el Chi Mam de la realiza del pueblo maya Tz’ujil.

La tradición oral nos dice que el gran abuelo Ri’j Laj Mam, cuando vio como los invasores masacraron a los reyes y toda corte del reino Tzutujil, como violaron a las mujeres, como esclavizaron a los niños, como robaron todas las tierras, e impusieron la religión católica a filo de espada a todo su pueblo, y tantas injusticias y atrocidades más.

El abuelo Ri’j Laj Mam se lleno de celo por su pueblo, y como nunca antes lo había hecho se mostró con todo su poder ascendido contra el ejército español, contra los sacerdotes católicos, y contra toda las injusticias contra su amado pueblo.

Nuestros sabios dicen que los invasores por primera vez en su llegada en lo que hoy es Guatemala, se enfrentaron con un poder que no era de hierro, ni de pólvora, ni de dogmas, sino un poder divino y sobrenatural.

El gran abuelo Ri’j Laj Mam combatió al ejército invasor por todas las masacres que habían cometido contra el pueblo maya Tz’utujil. Así mismo combatió a los sacerdotes católicos por todas las imposiciones que habían hecho contra su pueblo, luego con todos quienes despojaron a su pueblo de sus tierras.

Era tan grande el pode del gran abuelo Ri’ij Laj Mam, que el ejército invasor tuvo que reconocer que las armas del gran abuelo eran superiores que lo que ellos poseían, ya que utilizaron todas sus armas para matar al gran Chi Mam, pero sus armas  no pudieron matarlo.

Lo capturaron y encarcelaron varias veces y todas las veces que lo capturaron y encarcelaron el gran abuelo Ri’ Laj Mam se les escapaba y pronto lo volvían a ver en el pueblo haciéndoles la guerra nuevamente.

Los curas católicos combatieron al gran abuelo Rij Laj Mam con sus artes mágicas de exorcismo, le regaron agua bendita, le recitaron el salmo 91, lo reprendieron en el nombre de Jesús, lo untaron con aceite, le pusieron la cruz, lo pegaron con la biblia, le colocaron el santísimo en su frente, le rezaron el ave María, pero con todos los fetiches habidos y por haber de los religiosos no pudieron doblegar el poder del gran abuelo R’i Laj Mam.

Nuestros sabios dicen que el ejército invasor tuvo que ir a Tlaxcala México a traer brujos, hechiceros, encantadores, agoreros para combatir el poder del gran abuelo Ri’ Laj Mam, pero todos los grandes hechiceros Tlaxcaltecas una y otra vez fueron avergonzados por el poder sobre natural del gran abuelo maya Tz’utujil Ri Laj Mam.

Mientras los sacerdotes católicos al verse avergonzados y derrotados, declararon al abuelo Ri’j Laj Mam engendro del demonio, hereje, maldito, y ordenaron a sus fieles que cada semana santa en cada año, tenían que hacer un muñeco de madera con ropas viejas, con máscara, con sombrero, tabaco, licor, y un plato con el pan de Judas Iscariote en su mesa, y luego que quemaran a ese muñeco infernal anti católico y anti invasor en referencia al gran abuelo Ri Laj Mam, el sábado de gloria.

Desde ese entonces hasta la fecha en cada semana santa los fieles católicos hacen un Ri Laj Mam (Ma ximon) y lo colocan enfrente de sus casas o a la orilla del camino, para luego quemarlo el sábado de gloria.

Los cofrades de Santiago Atitlan sacan la imagen inventada del Ri’j Laj Mam donde se encuentra y lo llevan a humillar, y a esperar el Cristo muerto en la puerta de la iglesia Católica de Santiago Atitlán.

El Ri Laj Mam permanece en la puerta de la iglesia por largo tiempo, no puede entrar en la iglesia, porque le tienen prohibida la entrada por ser un anti católico y un objeto de culto pagano según la iglesia Católica.

Cuando el Cristo muerto sale de la iglesia en procesión, el Ri Laj Mam lo llevan a acompañarlo en todo el cortejo fúnebre, al llegar el Cristo muerto, y entra en la iglesia nuevamente, el Ri Laj Mam lo despide en la puerta y luego a él, lo regresan a su lugar o templo designado por la cofradía de Santiago Atitlán.

Acto de odio y repugnancia contra el gran abuelo Ri Laj Mam, que confirma lo que la educación maya dice a través de nuestros sabios, y confirma lo que dejo escrito el autor del libro Memorial de Sololá que Tonatiu invadió a los Tz’utujijes en 7 Keme 18 de Abril del año 1524 Juliano, fecha que equivale en el calendario gregoriano al 30 de Abril de 1524, y en el calendario maya sagrado y solar equivale exactamente al día 7 Keme 14 de Pax del año 5 B’e 4,639.

Por eso, en este día 7 Keme 14 Zotz’ de este año 11 B’e 5,131, honramos el nombre y la memoria del gran Chi Mam, el verdadero gran abuelo Ri’j Laj Mam por su gran heroísmo, por su gran valentía, por su gran sabiduría, pero sobre todo por su gran ejemplo de dignidad y por su elevación espiritual, divina y sobre natural el cual lo usó contra todos los malvados que cometieron grandes atrocidades contra nuestro pueblo maya en el año 5 B’e 4.639, Abril de 1524.

Gracias Oh gran abuelo Chi Mam, Oh gran Ri’j Laj Mam por su ejemplo de elevación espiritual sobre natural, gracias por dejarnos su esencia a través del árbol del Tz’ite, tal como lo hicieron los grandes abuelos B’alam, Kitz’e, B’alam Akab’, B’alam Majakutaj, Eki’ B’alam cuando dejaron su señal de existencia entre nosotros a través del Pizon K’ak’al, el envoltorio sagrado maya.

Gracias por habernos dejado el ejemplo de dignidad de actuar ante las mentiras religiosas, ante las imposiciones, ante las atrocidades e injusticias en contra de nuestro pueblo maya, desde las cuatro esquinas donde usted ordenó colocar las cuatro partes del árbol del Tz’ite, le honramos y le damos gracias por todo su favor, por todo su protección y por velar por nosotros siempre ante todos nuestros enemigos y adversarios.

Sinceramente: www.MayaTecum.com el Ajtij y Ajq’ij del pueblo maya.

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